HOMENAJE A LOS ASESINADOS DURANTE LA GUERRA CIVIL.


Este domingo 13 de Abril, a la una del mediodía, CNT-ARANDA asistirá al evento convocado por la asociación 'EN MEDIO DE ABRIL', que se desarrollará en el cementerio de la localidad.





CNT Aranda de Duero asiste a este acto para rendir emocionado homenaje a todos aquellos hombres y a todas aquellas mujeres a quienes el fascismo segó la vida durante la guerra civil. Las suyas fueron vidas tempranamente robadas a golpe de un fusil que, en palabras de sus asesinos, su Dios empuñaba por España. El pronunciamiento militar del 36, la subsiguiente guerra civil y el régimen franquista posterior supusieron traición criminal para con un pueblo del que sus ejecutores se alimentaban con su sudor y con sus lágrimas. Y del que se alimentaron con su sangre al fin, masacrando al pueblo, y masacrando sus esperanzas de justicia y de libertad.
La confederación nacional del trabajo fue seguramente la organización proletaria más combativa contra fascismos y dictaduras antes de, y durante, la guerra civil, sufriendo numerosísimas bajas en las trincheras. Pero también en pueblos y ciudades de vastas zonas del país rápidamente controladas por los nacionales, constando muertes de cenetistas y anarquistas naturales de varias localidades de la ribera. Aquellos compañeros nuestros y aquellas compañeras nuestras fueron mujeres trabajadoras y hombres trabajadores que lucharon por un porvenir nuevo sin explotadores ni explotados. Que defendieron la idea de una sociedad redimida de todo opresor. Que proclamaron que cada uno de nosotros éramos y somos exclusivos dueños legítimos de nuestras vidas y de los productos de nuestro trabajo. Que propugnaron una sociedad organizada en solidaria y libre cooperación y autogestión. Este ideario emancipador era radicalmente enemigo de quienes se levantaron en armas por y para el sometimiento absoluto de todo ser humano, a quienes por encima de otra consideración, quisieron hacer súbdito de una España de la que se apropiaron. Para hacer de su España su feudo no vacilaron en apretar el gatillo contra miles de personas opositoras sin ninguna capacidad de resistencia: viles asesinatos de hombres y de mujeres sacados de sus casas y fusilados en la cuneta. Las fosas comunes existentes en nuestra zona escondieron a los ojos de todos, en extremo dolorosamente para sus allegados, para sus parientes y para sus amigos, tanto a cenetistas como a republicanos de diferente signo.
Por todos ellos, volvemos a exigir a la alcaldesa de Aranda de Duero que dé orden de retirar las placas con simbología falangista, que en tantos edificios de la localidad permanecen fijadas. Esas placas hacen daño a los ojos y hieren al corazón como puñal en el pecho, sobre todo y sobremanera, a aquellos que saben que por su yugo y por sus flechas alguien de su sangre fue muerto, con extremo dolor de sus allegados supervivientes. Ese yugo y esas flechas no dejan de constituir, de alguna manera, apología de una parte de nuestra historia en la que el pueblo quedó subyugado por un régimen militar ilegítimo y usurpador. Tan sólo victorioso por el ejercicio del crimen y el poder de las armas. La existencia de todas y cada una de esas placas también desprecia la memoria de los asesinados por los facciosos durante la guerra y por el régimen fascista de franco posteriormente instaurado. Así como desprecian el dolor de sus descendientes. Esas placas están manchadas de sangre.
A vosotros y vosotras, víctimas mortales de las tropas fascistas durante la guerra civil, ni os olvidamos ni os olvidaremos. Honramos hoy vuestra memoria como la honraremos siempre.
Y a vosotros, quienes por vínculo de parentesco muy especialmente les recordáis, os enviamos un cálido y fraternal abrazo.
Fascismo nunca más.

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