Ante la evidente necesidad de proteger a las personas y de poner en valor los cuidados, desde la Confederación Nacional del Trabajo, en este 8 de Marzo nosotras reivindicamos el feminismo de clase, sindicalista y combativo, como nuestra mejor defensa. Un feminismo que transforme la vida desde la raíz y que ahonde en las claves para la consecución de una sociedad orientada al cuidado de la vida y a ponerla en el centro. Un feminismo que encuentre en el sindicato una herramienta eficaz para recuperar nuestras vidas, para protegerlas y para dignificarlas. Para conciliar vida y trabajo y para disponer de NUESTRO tiempo y priorizar lo importante.
Porque es en el sindicato donde, día a día, conquistamos nuestros derechos y ganamos terreno a la explotación y a la precariedad; a las horas extras obligadas y no remuneradas, a las jornadas interminables, a los cambios de horario que nos incapacitan para tener vida más allá del trabajo, a la discriminación y los abusos, a los despidos… En definitiva, a la falta de control sobre nuestro sustento y nuestras vidas.
Es en el sindicalismo combativo, donde recuperamos lo que es nuestro y trabajamos juntas para doblegar esa carga que suponen —especialmente a las mujeres— las dobles y triples jornadas con las que lidiamos a diario: en el trabajo, en la casa, durante la maternidad… Un sindicalismo desde el que luchamos para que estas cargas sean realmente repartidas y la responsabilidad sea compartida, para tener garantías y cuidados cubiertos para toda persona dependiente y para lograr conciliaciones que no supongan expulsar a las mujeres del trabajo.
Un sindicalismo útil y eficaz, un espacio de aprendizaje y de revisión, donde nosotras recordamos a las que nos precedieron y desde donde luchamos a diario por erradicar la violencia contra las mujeres, creando redes de apoyo reales que incidan sobre la vida de cada mujer y la mejoren a través de la defensa de nuestros derechos. Donde involucramos a todas las personas que conforman el sindicato para construir esa sociedad más justa que nos sostenga como personas y priorice la vida ante todo.
Por todo ello, es importante recordar que este 8 de Marzo, al igual que todos los días del año, es en el sindicalismo combativo, en CNT, el lugar donde podemos luchar desde un feminismo de clase, continuado y sostenido en el tiempo. Es por ello que nosotras debemos seguir aprendiendo, militando y siendo ejemplo en nuestros sindicatos: formando a otras mujeres, animando a más compañeras a formar parte del cambio, siendo todas partícipes y reconociendo nuestra capacidad.
Por un feminismo de clase, sindicalista y combativo, y por nosotras en CNT: ¡Viva el 8 de marzo y la lucha de las trabajadoras
Extraído de www.cnt.es
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