Son tiempos convulsos, lo vemos, lo sentimos. La necesidad apremiante de organizarnos, porque somos Nosotras, precisamente, quienes estamos en primera línea. En la primera línea que recibe y que tiene que combatir, como siempre, los ataques más duros sobre nuestros derechos y libertades. Ataques que nos afectan en el día a día, que nos atraviesan a todas: en nuestros cuerpos, en nuestras vidas, con nuestras circunstancias particulares, aquí y alrededor del mundo. Mujeres todas.
Nos temen organizadas y por eso nos quieren mantener explotadas, subordinadas y dependientes de los poderes patriarcales. Este sistema que nos ha tocado vivir, construido y gobernado por aquellos con un claro deseo de dominar, fragmenta a la clase obrera. Todo son ventajas (sí, aquello que llamamos “privilegios”), que los varones de la clase obrera toman sobre las mujeres; el machismo se defiende y acentúa la opresión. Esto permite al capitalismo sacar más jugo a la explotación de las mujeres trabajadoras.
La relación íntima entre el patriarcado y el capitalismo, lleva a una conclusión fundamental: la emancipación de las mujeres no se dará, si no es de la mano de la clase obrera.
Porque nuestra fuerza de trabajo no es valorada, pero resulta que “Somos esenciales”. Y como no somos ingenuas, queremos actuar en consecuencia, atentas a los ataques que nos esperan. Seguimos luchando por recuperar lo que es nuestro, y lo nuestras antecesoras ya sembraron, para ser voz y huella de todas.
Este año, la pandemia llega como bandera perfecta de los estados para recortar derechos y libertades; para poner nuevamente el capital en el centro, por delante de nuestras vidas. Como dijo nuestra hermana Simone de Beauvoir, “no olvidéis jamás que bastará una crisis política, económica o religiosa, para que los derechos de las mujeres vuelvan a ser cuestionados. Estos derechos nunca se dan por adquiridos, debéis permanecer vigilantes toda vuestra vida”.
Nuestra respuesta sigue siendo la misma: seguimos en primera línea. Ya estamos unidas, lo empezamos a estar hace tiempo. Tejiendo red de sororidad y solidaridad que rompe fronteras, rasgando el sistema. Sosteniéndonos en la lucha y los cuidados, porque nosotras sí que sabemos de la bella combinación de ambas.
En Aranda ¡No faltéis a la concentración feminista por el día de la mujer trabajadora que convocamos para este domingo 7 de Marzo a las 13:00 en la Plaza del Trigo!
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