Hay inocentadas sencillas y otras retorcidas, las hay amables y de mal gusto, las hay que engañan a un niño y otras que buscan tomar el pelo a grupos. Pero la peor, la que más tiempo está durando, de la que estamos más que hartas, es de la inocentada que la Junta de Castilla y León nos está gastando con la sanidad pública.
Desde CNT seguimos denunciando que su maravillosa gestión se ha traducido en décadas de recortes de personal, salario y material. Lo único que ha aumentado son las jornadas laborales y la precariedad, lo que ha hecho que multitud de profesionales hayan tenido que optar por la emigración interior o exterior en busca de un futuro.
Para quienes quedan la situación es cada vez peor: más carga de trabajo, falta de sustituciones, saturación, obligación de cubrir a los compañeros que faltan. Todo lo cual se traduce en listas de espera cada vez mayores, pacientes sin atención de calidad, servicios bajo mínimos, muertes evitables. Y una frustración cada vez mayor en todas y todos, menos en los políticos.
Porque ni la Junta ni la Consejería de Sanidad están frustradas, por mucho que salgan a rasgarse las vestiduras para que sigamos confiando y se mantenga nuestra buena fe. En que todo siga así se basa su negocio, aún en tiempos de pandemia.
Nada importa la Sanidad Pública a quien externaliza servicios vomo lavandería, cocina y limpieza; para ellos, las listas de espera son la excusa perfecta para derivar a la privada. ¿Qué hay un centro de especialidades perfectamente apto cerrado? Da igual, que la gente mayor que lo utilizaría se desplace a la otra punta de la ciudad o que dejen los tratamientos, que estos viejos no hacen más que gastar. Total, todas esas empresas son de sus amigos y saben que les “pagarán” bien esas concesiones.
Y cuando la gente protesta, todo se soluciona con salir y prometer cosas como que no van a despedir a nadie, o que van a reabrir los consultorios de los pueblos, o que se volverá a la atención presencial, o que se reforzará la atención primaria, o .... Es tan fácil prometer...
Pero la CNT va a continuar sin quedarse callada. No nos engañan.
Por eso, este 28 de Diciembre desde CNT vamos a denunciar la INOCENTADA que están gastando con la Sanidad Pública y todas y todos los que formamos parte de ella, personas trabajadoras y usuarias, con monigotes que muestren que no somos esa gente simple que creen, a quienes manipulan y de quienes reírse.
Por una Sanidad Pública y de calidad:¡QUE NO TE TOMEN POR INOCENTE! ¡FUERA LA PRECARIEDAD DE NUESTRA SANIDAD!
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